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"La Antorcha" de Karl Kraus

"La Antorcha" de Karl Kraus

Durante más de treinta años (de 1899 a 1936) Karl Kraus publicó la revista "La antorcha", alcanzando casi los mil números. Al principio dispuso de colaboradores del mundo literario vienés, pero a partir de 1910 fue él quien casi en exclusiva escribió todos los artículos de la revista. Acantilado ha recopilado algunos de estos artículos en un libro homónimo. 

Su contenido, siempre con tono satírico, destripaba la sociedad austríaca y, por extensión, la sociedad alemana de la época. Kraus se muestra extraordinariamente crítico con la hipocresía de la burguesía y de la aristocracia. También es demoledor con los medios de comunicación a los que acusa de alentar la Gran Guerra y beneficiarse de ella. Por el contrario, resulta asombrosa su mente abierta con respecto a la sexualidad y a las mujeres, a las que defiende de la tiranía concupiscente de los hombres. Su seguimiento de los juicios, así como los paralelos que se desarrollaban en la prensa sensacionalista, contra mujeres acusadas de prostitución o adulterio son odas a la tolerancia, la igualdad y el sentido común. 

La lectura de Kraus es compleja y, a veces, tediosa. Su lenguaje es enrevesado y denso. Además, algunos artículos, a pesar del esfuerzo del recopilador, son de difícil contextualización. Aunque su sentido del humor todo lo compensa. Posee una pluma venenosa, un ingenio desbordante y una sólida cultura que sustenta su obra.

Llegué a Kraus tras haber leído una elogiosa crónica de Georg Steiner que lo describía como el mejor orador de su tiempo, en el que llenaba teatros y cafés literarios con encendidas hordas de seguidores que lo admiraban y aclamaban. De otra parte, es citado en las biografías de Jean Améry y Arthur Koestler, comtemporáneos suyos. 

Tiene algunas perlas brillantes: "Uno lo recibe todo de las lenguas, porque contienen todo cuanto puede convertirse en pensamiento. La lengua estimula y excita como la mujer; da el placer y con el placer da el pensamiento". ¡Precioso y elocuente alegato en favor de las lenguas! Pero es que a continuación lanza una tremenda y lacerante diatriba contra la lengua alemana: "La lengua alemana, sin embargo, es una mujer que sólo crea y piensa para aquel que pueda darle hijos. A nadie le gustaría estar casado con una dueña de casa alemana como ésta. A la parisina, no obstante, le basta con decir très joli en el momento decisivo y uno le cree todo". 

En otro artículo, "Un libro alemán", pone a caer de un guindo al famoso aviador alemán Manfred von Richthofen, más conocido como el Barón Rojo, citando extractos de un libro en el que explica sus batallitas con insoportable chulería y absoluto desdén por el sufrimiento humano. Tampoco se libra Heine (artículo "Heine y las consecuencias") por su influencia en el lenguaje literario y periodístico. En realidad, la crítica se centra en sus epígonos más que en el propio Heine, aunque también recibe lo suyo.

En definitiva, es un curioso compendio de filias y fobias del autor, que desde su atalaya de "La antorcha" atizó y ensalzó, más de lo primero que de lo segundo, a diestro y siniestro, siempre mantenido por una legíon de suscriptores y toneladas de talento para el análisis crítico del mundo que le rodeaba.

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