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lasnochesdeMcNulty

hambre

para el capitalista: deseo desaforado de obtener más riqueza; para el epulón: apetito incontenible de comer un chuletón más, un pastel más; para el pobre: ausencia de alimentos. La polisemia es muy rica, excepto para los pobres, a los que hasta la antonimia se les ríe en la cara. 

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