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lasnochesdeMcNulty

Real Madrid - Valencia. 2-0. (Santiago Bernabéu, 4 de diciembre)

Pues sí, hubo resaca de lo sucedido el pasado lunes. El Madrid salió cauteloso. Mourinho quitó a un delantero y puso a Lass(tre) en el centro del campo incrustado entre Xabi Alonso y Khedira. Y el Madrid lo notó en la primera parte. No carburó, estuvo espeso y expectante ante lo que pudiera contraponer el Valencia. Xabi Alonso juega incómodo entre dos mediocentros, le quitan el sitio.

Únicamente una ruptura por el centro que dejó a Khedira solo ante Guaita (un portero de apellido tan sospechoso como sus dotes para el oficio), que marró lastimosamente, y un taconazo de Cristiano Ronaldo en las postrimerías del primer tiempo que lamió el poste.

La alineación inicial dejó en muy mal lugar a Benzema, que con Higuaín lesionado era el único 9 puro de la plantilla a disposición del entrenador. Su ausencia revela la desconfianza del entrenador en el ariete francés. Sus razones tiene: a veces parece invisible en el campo, aún no ha firmado un partido redondo que acredite su condición de estrella y su indolencia es exasperante.

La segunda parte fue totalmente distinta. El Madrid empujó y empujó hasta que llegó el primer gol de la noche de Ronaldo tras un buen pase en contragolpe de Özil. ¿Cuántas veces hemos visto esta letal combinación en lo que va de temporada? 

El Valencia se quejará de una más que discutida expulsión de Albelda, uno de esos jugadores que no sabe jugar a fútbol pero que a base de testosterona, una prensa amable y ciertas dosis de violencia y carácter se ha granjeado una notable carrera futbolística, a todas luces inmerecida. En todo caso, el Madrid ya había tenido oportunidades clarísimas para haberse adelantado en el marcador antes de la expulsión. Sobre todo, una de Di María, que incomprensiblemente tira a la basura con un intento absurdo de lucimiento excesivo; y otra del voraz atacante portugués, que tropieza de casualidad en el pie del portero. Además de un penalti no señalado por el árbitro, uno de esos inútiles que devalúan la competición con su incompetencia y altanería.

El segundo gol lo consigue el equipo blanco también al contraataque, después de una buena recuperación de Lass(tre) y una eléctrica culminación de CR7. Victoria sin brillo, merecida y a otra cosa.

¿Qué sucederá a partir de ahora? El partido contra el Valencia no da pistas. El Madrid había entrado grogui en la UVI con la estrepitosa derrota ante el Barcelona tras un notable inicio de temporada. Ayer el médico le suministró antibióticos y lo mantuvo estable, pero aún debemos esperar a las pruebas de las analíticas del próximo partido de Champions (un mero trámite, pero que se juega en casa con la obligación de recuperar la buena imagen ofrecida hasta el partido del Barça) y, mucho más importante y revelador, el siguiente partido de Liga en La Romareda ante un Zaragoza con el agua al cuello. En estos duelos podremos ver de qué madera está hecho este equipo. 

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