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lasnochesdeMcNulty

La rebelión de las sombras

La rebelión de las sombras (XI)

Hoy han desfilado las sombras en diferentes ciudades. Han entrado por el este en agrupaciones de 8 x 16 sombras y han salido por el oeste. Siempre con esa disposición, siempre llevando esa dirección este-oeste, caminando por grandes avenidas, en completo silencio, sin nadie a la cabeza, todas iguales, todas extáticas.

Cuando la cabeza del desfile abandonaba la ciudad, aún seguían entrando sombras por el este. Impresionante demostración de organización. Inquietante muestra de su fuerza numérica. Y helador recuerdo de la estética fascista.

Este acto vanidoso y prepotente de las sombras ha sido entendido como una advertencia, una demostración de poder y, sobre todo, como un aviso de que muy pronto pasará algo más. Más o menos hostil, más o menos sorprendente, más o menos peligroso; pero, seguro, inminente.

La facilidad con la que han desfilado, la absoluta ausencia de resistencia de los cuerpos con sombra, que se abrían entre temerosos y admirados al paso de los regimientos inacabables de sombras, y, sobre todo, la resignación y el silencio a su paso revelan claramente el grado de postración de los cuerpos con sombra. Se reconocen inferiores, asustados, a merced de la voluntad de las sombras.

El desconcierto y la desorganización es cada vez mayor debido al elevado número de huídas de sombras de sus cuerpos, que inmediatamente son internados. Puestos claves sin nadie que los ocupe, conocimientos que se pierden para siempre, desabastecimientos en muchas poblaciones, inseguridad creciente. La anarquía se impone en algunos lugares, primer paso antes del caos absoluto. La sensación de eventualidad se extiende como una mancha de aceite. Se empiezan a notar evidentes síntomas de parálisis social. ¿Qué hacemos? ¿Quién lo acomete? ¿Cuándo? ¿Cómo? Demasiadas preguntas perentorias sin respuesta o, aún peor, con respuestas divergentes.

Las grandes urbes son las que peores consecuencias están sufriendo. El caos aflora antes y, lo que es peor, se propaga con asombrosa facilidad y fiereza. ¿Cómo un determinado orden social ganado día a día a lo largo de tantos años se puede desmoronar tan fácilmente? ¿Cómo es posible que largometrajes como “Mad Max” o “Los hijos de los hombres” hayan pasado de ser películas de ciencia-ficción a películas hiperrealistas? ¿Cómo, cómo, cómo…? nos repetimos una y otra vez con la mirada perdida, los brazos caídos y la boca seca.

La rebelión de las sombras (X)

Los cuerpos que dejaron ir a sus sombras han sido liberados, ya no deben vivir en campos de internamiento. En parte se les admira por su valiente decisión, aunque en general hay bastante recelo hacia ellos. No se entiende su elección y, aún menos, su resignación al haber sido internados. Parecen monjes que viven en otra dimensión, sin rechistar, sin pontificar, a lo suyo.

Las conversaciones mantenidas con ellos no ofrecen una respuesta concluyente sobre el motivo último de la decisión de deshacerse de sus sombras. Se infiere que las consideraban una especie de pecado original o portadoras de terribles culpas que deseaban olvidar. Es como si con ese acto de separación de sombra y cuerpo hubiesen purgado su conciencia, algo realmente extraño e incomprensible.

De todos modos, se les sigue muy de cerca y se les interroga frecuentemente con la esperanza de obtener mayor información. Curiosamente, han vuelto a sus hogares y se han mezclado con el resto de cuerpos con sombra sin problema alguno, como si nunca hubiese pasado nada. Ni siquiera se juntan de vez en cuando con sus ex compañeros de reclusión de la forma que hacían cuando estaban internados.

Respecto a las sombras, siguen sin aparecer. Se escuchan sus brumosos ecos de vez en cuando, pero no se muestran. Siguen ocultándose, aunque su presencia se deja notar. Los cuerpos han desarrollado una especie de sexto sentido que las detecta y muchos aseguran haber notado su presencia en más de una ocasión. Así pues, resulta evidente que han aprendido a vivir entre nosotros sin mostrarse.

De otra parte, los campos de internamiento están colapsados. Cada vez son recluidos más cuerpos sin sombra. Y a pesar de que el número de fallecidos no decrece, los ingresos aumentan en mayor proporción. Las sombras están huyendo de sus cuerpos en masa. Se calcula que una cuarta parte de la población ha perdido su sombra. Los números son catastróficos, estremecedores, apocalípticos.

¿Cómo se puede vivir sin saber si tu sombra te abandonará al instante siguiente, condenándote de este modo a una muerte segura en menos de 30 días? ¿Cómo se puede pedir a la población que mantenga la calma en estas circunstancias? ¿Cuánto tiempo nos queda? ¡¿Cuánto?!

La rebelión de las sombras (IX)

No sabemos si por la desaparición voluntaria de las sombras o por algún otro motivo, pero los focos se han centrado últimamente en los cuerpos sin sombra. Se han identificado casos de cuerpos sin sombra que sobreviven mucho más allá de los treinta días que como máximo se había establecido por las autoridades médicas.

Tras analizar algunos de estos casos y en las entrevistas que se han mantenido con ellos, se ha averiguado que estos casos no son tan excepcionales como se creía en un primer momento. Independientemente del tiempo que lleven sobreviviendo sin sombra, si están internados en un campo o malviven escondidos en libertad, todos ellos, absolutamente todos ellos tienen un denominador común: sus sombras no se escaparon, fueron ellos los que las liberaron. Incluso se desprendieron voluntariamente de ellas, echándolas de su lado.

Cuesta comprender los motivos que tuvieron para deshacerse de ellas. Más aún teniendo en cuenta que a priori suponía una pena de muerte inminente, además de un internamiento casi seguro. La primera respuesta que se conjeturó fue la obvia: se trata de infelices suicidas. Sin embargo, al cuestionarles al respecto la gran mayoría negaron dicha intención. Sencillamente, "trataban de ser libres", dijeron con aplomo y convencimiento.

Realmente, estos cuerpos sin sombra por voluntad propia son un misterio asombroso. ¿Qué quieren decir con eso de ser libres? ¿Libres de su sombra? ¿Por qué? No se ha obtenido respuesta alguna, únicamente un lacónico y enigmático "no lo entendéis..."

¿Serán seres superiores estos cuerpos sin sombra? ¿O simples orates? En cualquier caso, se está haciendo un seguimiento exhaustivo de todos ellos en los campos de internamiento. Su comportamiento es muy diferente al del resto de cuerpos sin sombra. Los primeros no actúan como condenados resignados y solitarios, sino que viven felices y en comunidad. Tratan de hacer su vida en el campo lo más provechosa y lúdica posible. Además, respetan las normas con escrupulosidad, sin causar el más mínimo problema. Eso sí, no se relacionan con el resto de cuerpos sin sombra ensimismados que deambulan a su alrededor con el terror en la cara día y noche.

¿Y las sombras? Las sombras siguen en la sombra, ese lugar oscuro e inabarcable al que cuesta mirar de frente y que tan pronto nos desvela por la noche como nos estremece durante la vigilia: el miedo, el pavoroso miedo a lo desconocido. Un miedo físico, un miedo real, un miedo inconmensurable y helador.

La rebelión de las sombras (VIII)

Han transcurrido tres días desde que Moonlight se mostrase. Desde entonces no se ha vuelto a ver a ninguna sombra. La impaciencia se está tornando en temor poco a poco. Hace muchas semanas que comenzó la rebelión de las sombras y, más allá de los secuestros de cuerpos sin sombra y algunos mensajes equívocos, las sombras no han realizado ninguna otra acción hostil contra los cuerpos. Han sido estos últimos los que han cometido las peores fechorías: creación de campos de internamiento y pogromos indiscriminados contra los cuerpos sin sombra.

Todos nos preguntamos cuál será el siguiente acto. Qué escenario nos espera cuando vuelvan a mostrarse las sombras. Hay un convencimiento generalizado de que algo nuevo ocurrirá. La incertidumbre es terrible. No hay peor temor que el sufrido ante lo desconocido. ¿Qué harán las sombras a su vuelta? Y lo que es aún más inquietante: ¿qué serán capaces de hacer?

Realmente, se desconocen las capacidades de las sombras. Más allá de su voluntad, que también resulta una incógnita, lo que realmente desasosiega es no tener la más mínima idea del alcance de sus "poderes", no saber ante qué nos estamos enfrentando, si podremos oponerles resistencia o, por el contrario, quedaremos inermes a sus designios. 

Los cuerpos, que han estado años y años ensimismados viviendo en la más absoluta inopia de conocimientos y saberes, de repente quieren respuestas. Sólo cuando han visto su futuro peligrar han despertado. Únicamente cuando su rutina adocenada de color de rosa puede llegar a su fin han levantado la cabeza y han preguntado qué sucede a su alrededor. Al menos, hemos de agradecer a las sombras que hayan despertado la conciencia de los cuerpos. 

En este contexto ¡cómo no! están proliferando los agoreros, que aprovechan la debilidad de la mayoría para explotar los temores acuciantes y las supersticiones inveteradas en provecho propio. Estos predicadores del miedo se ofrecen por doquier a quien quiera escucharlos. Cada vez tienen más estúpidos seguidores. Del mismo modo, los centros de culto vuelven a estar llenos. La gente quiere asegurarse un fatuo consuelo con el placebo religioso.

De todos modos, nada de esto servirá a todos estos buscadores de edulcoradas respuestas. Las sombras volverán y seguirán su propia voluntad. Sólo cabe esperar que esta voluntad pueda ser conjugable con la de los cuerpos, porque de otro modo estamos abocados a un enfrentamiento de consecuencias imprevistas. 

La rebelión de las sombras (VII)

Apenas se asoman las sombras. Es como si se hubiesen esfumado ante la amenaza de los dibujos animados. Han desaparecido por completo de las ciudades, únicamente se ve alguna en pequeñas poblaciones o en el campo. Se desconoce su paradero, más aún sus escondites, que se presupone son los mismos donde tienen a los cuerpos sin sombra secuestrados cumpliendo la función de baterías.

Sorprendentemente quien se ha mostrado por fin es Moonlight. No es una sombra común, es mayor a cualquier otra vista hasta ahora. Además, no se proyecta sobre ninguna superficie como el resto, sino que se mueve con absoluta libertad por donde quiere, flotando en el aire a una considerable altura. Más parece una oscura nube que una sombra. Es inmune a los dibujos animados; de hecho, juega con ellos en lo que parece una desafiante burla.

En realidad no parece una sombra, es más bien un fantasma gigante enlutado. Todo el mundo se pregunta de quién será semejante sombra, a qué cuerpo habrá pertenecido. Nadie es capaz de aventurar un nombre mínimamente creíble. Historiadores, científicos y hasta esotéricos han sido consultados sin obtener respuesta al enigma Moonlight.

No sólo se ha presentado en sociedad, también se ha comunicado. Con voz ronca y profunda, recogida de los ecos de algún tenor, ha dicho “A quien buen árbol se arrima, buena sombra le cobija”, para soltar inmediatamente después una atronadora carcajada que estremece. Lo ha repetido en varias ocasiones, sin añadir nada más. Seguramente se trate de una broma. En cualquier caso, seguimos sin saber absolutamente nada de sus verdaderas intenciones. ¿Qué demonios quieren las sombras? ¿Por qué ha aparecido ahora Moonlight? Esta calma tensa no es un buen presagio.

La rebelión de las sombras (VI)

¡Por fin se ha descubierto cómo atrapar a las sombras! Y como acostumbra a suceder, ha sido por absoluta casualidad. Durante la proyección en una sala de cine de una película de animación, los espectadores quedaron atónitos al ver cómo dos sombras que deambulaban entre las butacas se acercaron a la pantalla y quedaron pegadas de repente a los dibujos animados, cada una a un personaje, y continuaron moviéndose adheridas a estos intentando escapar infructuosamente hasta el final de la película.

La noticia se propagó con rapidez entre el júbilo de todos los cuerpos. Hasta aquellos sin sombra que viven condenados a la espera de su inminente final mostraron su alegría. Las calles han amanecido con multitud de personas, que se han lanzado a ellas sin el miedo de las últimas semanas, disfrazadas de distintos personajes de dibujos animados. Se han vitoreado los nombres de muchos de ellos. La gente grita eufórica "¡Mazinger! ¡Homer! ¡Tom! ¡Jerry! ¡Bob Esponja! ¡Kenny! ¡Naranjito!"

Las autoridades han requisado todos los proyectores de los cines y se han hecho con miles de copias de películas de animación. Incluso se han recuperado de filmotecas y colecciones privadas cortometrajes experimentales de animación. Todo para conseguir el mayor arsenal posible de dibujos animados contra las sombras.

El plan gubernamental se está ejecutando a gran escala, encendiendo por sorpresa los proyectores sobre las sombras, atrapándolas ipso facto. Éstas se retuercen pugnando por huir de sus pegajosos y animados captores. La estampa resultante es realmente curiosa: un dibujo animado actuando conforme a la película con una sombra superpuesta que no obedece en absoluto a sus animados movimientos.

Si bien el método parece infalible, es bastante costoso, ya que cada personaje animado únicamente puede atrapar a una sombra y, además, debe permanecer 50 horas - algo más de dos días - pegado a ella hasta que la sombra muere con un fugaz destello, que más parece un corte de la película que el último suspiro de la sombra. Por consiguiente, la filmación debe mantenerse al menos durante 50 horas; por lo que las ciudades están permanentemente iluminadas en una especie de gran y caótico festival de cine de animación. 

El suministro eléctrico, pues, es de vital importancia, ya que cualquier corte interrumpiría el plan de cacería establecido y liberaría a las sombras que estuviesen atrapadas en ese momento. Se ha redoblado la seguridad en las centrales eléctricas y se han dado órdenes específicas a los ciudadanos para que reduzcan el consumo particular al mínimo. 

Las sombras por el momento parecen desconcertadas. El ritmo de captura no ha bajado desde la puesta en marcha del "plan animado". ¿Acaso no tienen respuesta? ¿No aprenden tan rápido como se creía? ¿Habrá sido Moonlight una de las sombras capturadas y eliminadas?

La rebelión de las sombras (V)

Se suceden los motines e intentos de fuga en los campos de internamiento, que son reprimidos con extrema dureza por parte de las autoridades. Las ejecuciones en estos campos son masivas y, en ocasiones, arbitrarias. No hay control sobre los guardias ni sobre las decisiones que toman los comandantes de los campos. Se ha dejado a los cuerpos sin sombra, a estos condenados con final seguro y cercano, sin el más mínimo derecho. Nadie se preocupa por ellos. Sólo se salvan los voluntarios que se ofrecen a infiltrarse entre las sombras para recabar información, los “manchados” que viven del engaño y algunos afortunados.

La más absoluta hostilidad ha impregnado a los cuerpos con sombra de tal modo que han anulado cualquier sentimiento de compasión o misericordia hacia los cuerpos sin sombra. Representan la cosificación del horror en el que vivimos, el último eslabón antes de la derrota final: la temida muerte. En definitiva, son los anunciadores del apocalipsis. Y lo que es más estremecedor, pueden ser cualquiera de nosotros.

Las sombras siguen a lo suyo: secuestrando a cuerpos sin sombra para usarlos como cargadores y enalteciendo a su líder sin desmayo. Su número se multiplica día a día, aumentando progresivamente hasta situarse actualmente en una sombra cada diez personas (con sombra).

Los cuerpos con sombra han de tomar cada vez más medidas para evitar que sus sombras los abandonen. No basta con descansar en la más absoluta oscuridad, sino que es preferible moverse también por lugares con la menor luz posible, proporcionando pocas ocasiones a sus sombras para que entren en contacto con las sombras emancipadas o puedan abandonar los cuerpos con facilidad sin que estos se den cuenta de su ausencia.

Entretanto, se sigue estudiando cómo atrapar a las sombras. Supone el primer paso hacia la victoria. Cuanto más se tarde en hallar el modo, más sombras deberán capturarse y más larga será la contienda. Además, las pruebas se han de hacer en real, con sombras emancipadas, lo que dificulta aún más la investigación.

Esta necesidad ha ocasionado la proliferación de los “cazasombras”, espontáneos cuerpos con sombra que salen al exterior a la caza de sombras. Unos lo intentan con inventos más o menos elaborados y otros con artilugios caseros de lo más curiosos. En todos los casos, sin éxito alguno. No obstante, su repentina aparición roza el esperpento, causando primero risa y después estupor entre los ciudadanos que asisten asombrados a semejante espectáculo.

Las sombras ni se inmutan, incluso parecen jugar con sus pretendidos captores. Continúan moviéndose con total libertad y sin temor aparente ante el fenómeno “cazasombras”. De hecho, muchos de estos iluminados salvapatrias acaban siendo capturados por las sombras a las que intentaban atrapar al ser traicionados por sus propias sombras, para mayor escarnio.

La rebelión de las sombras (IV)

¡Por fin se sabe algo de las sombras! ¡Y es una información muy valiosa! ¡Las sombras también mueren! ¿Cómo se ha sabido? Gracias a un cuerpo sin sombra capturado que consiguió escapar de su cautiverio. Éste ha contado cómo lo usaban de cuerpo-batería. Según parece, las sombras necesitan estar en contacto con un cuerpo de vez en cuando para sobrevivir. No se sabe exactamente el tiempo que pueden estar sin “cargar”. Las estimaciones realizadas en base al testimonio del cuerpo sin sombra establecen el tiempo de supervivencia en dos días. El cuerpo ha contado que cada sombra permanecía junto a él una hora y que el ciclo se repetía cada dos días, siempre en el mismo orden.

El cuerpo secuestrado estaba atado boca arriba junto a centenares de otros cuerpos sin sombra y siempre tenía una sombra “cargándose”. Le suministraban suero para mantenerlo con vida y estaba sondado para evitar ser movido. Muchos cuerpos se llagaban; entonces, eran rápidamente reemplazados.

Aprovechó un traslado para escapar, de lo que se deduce que existe más de un centro de carga de sombras. Por este motivo no se puede cuantificar cuantos cuerpos sin sombra han sido capturados. No obstante, sí se sabe que la gran mayoría de estos cuerpos sin sombra son captados o, incluso, secuestrados en los campos de internamiento. Al no durar con vida más de 30 días un cuerpo sin sombra, la rotación es elevadísima, ya que las necesidades de las sombras son cada vez mayores al ir aumentando su número.

En cualquier caso, es la primera buena noticia recibida desde el estallido de la rebelión de las sombras. Ellas también pueden morir y sabemos cómo matarlas. El problema ahora es atraparlas. ¿Cómo se atrapa una sombra para aislarla el tiempo suficiente hasta que muera? Se está reclutando a cuerpos sin sombra de forma voluntaria para que se ofrezcan como cuerpos-batería y puedan obtener mayor información. El riesgo es elevadísimo, ya que saben que les será casi imposible escapar, pero les da igual a estos valientes sacrificados, pues se saben condenados. ¿Podrá volver alguno de ellos y aportar más información de las sombras?

Entre tanto, las sombras han iniciado una campaña de exaltación de su líder, Moonlight, al más puro estilo totalitario, enviando mensajes a través de los ecos loando sus capacidades y dotes de mando, y mostrando su nombre sobre cualquier superficie sobre la que se puedan proyectar.

La esperanza ha renacido entre los cuerpos, pero el comportamiento cada vez más agresivo de las sombras hace difícil que esta esperanza cuaje. ¿Podremos resistir al acoso de las sombras? ¿Hasta cuándo? ¡Quién sabe!

La rebelión de las sombras (III)

No todos los cuerpos sin sombra se resignan a ser enviados a los campos de internamiento a esperar la muerte sin rebelarse ante ella. Por eso algunos de estos cuerpos han llegado a acuerdos con sombras emancipadas. De esta simbiosis han surgido "los manchados": cuerpos sin sombra que conviven con otra sombra ya emancipada. De este modo, consiguen eludir los controles diarios y continúan viviendo entre los cuerpos con sombra. A cambio, las sombras están aprendiendo a recolonizar cuerpos.

Los manchados son muy difíciles de identificar, ya que las sombras se adaptan a la perfección a sus nuevos cuerpos. Afortunadamente, esta simbiosis no prolonga la vida de los cuerpos, condenados desde el momento en que su sombra originaria les abandona definitivamente, ya que si así fuese las sombras dispondrían de más tiempo para perfeccionar su adaptación a los nuevos cuerpos. 

Un manchado es únicamente descubierto cuando muere, ya que su cuerpo cae inerte entre la multitud y la sombra se desvanece entre las miradas aterradas de los demás cuerpos, que se preguntan quién más de los allí presentes será un manchado. 

La desconfianza entre los cuerpos con sombra ha crecido hasta volverlos a todos paranoicos. Todos recelan de todos. Los antiguos lazos familiares o de amistad se han roto por completo. Se han vuelto extremadamente individualistas, insensibles al mal ajeno, desinteresados por el resto de congéneres. Se encuentran a gusto en el estado policial en el que viven, que les ofrece esa falsa seguridad de la que carecen por sí mismos. La sociedad como tal ha muerto, ya que el individuo ha dejado de vivir en comunidad, sólo se preocupa por sí mismo. El individuo se ha alienado por completo.

Las sombras han dado a conocer al que parece ser su líder: Moonlight. No se sabe con certeza, puesto que se trata de los ecos recogidos de muchas de ellas, pero se cree evidente que Moonlight es la sombra que todo lo mece. No tendría sentido que fuese un falso rumor filtrado por las sombras. Resulta lógico que quieran dar visibilidad a su líder. Además, desde el principio las sombras han actuado según un plan deliberadamente calculado, por lo que la publicidad de su líder es un paso perfectamente verosímil en la actual coyuntura.

No obstante, sólo se conoce su nombre: Moonlight. Nada más. ¿A qué cuerpo perteneció Moonlight? Se ignora. De hecho, se ignora también para el resto de sombras. Se desconoce a qué cuerpos pertenecieron todas esas sombras. Esta información sería valiosísima para las autoridades, pero aún no han dado con el modo de ligar cuerpos y sombras.

Las sombras siguen sin manifestar ninguna voluntad o exigencia específica. Dominan los silencios con maestría. Han conseguido dividir a los cuerpos con una rapidez y sencillez admirable. Los cuerpos las consideran grandes estrategas y las temen aún más por ello. Incluso corre la absurda leyenda de que la sombra Moonlight perteneció al cuerpo de Maquiavelo. 

Continuará...

La rebelión de las sombras (II)

Las sombras han empezado a hablar con los cuerpos. Ya no se comunican sólo entre ellas. Ahora también lo hacen con los cuerpos, aunque de forma algo rudimentaria. Han apresado ecos y los usan para reproducir sus sonidos. Como aún no deben haber capturado un numeroso grupo de ecos, sus comunicaciones son simples y hasta toscas. No obstante, estremecen. Se trata de breves amenazas a los cuerpos para que liberen a sus sombras. Se desconoce si realmente son amenazas o simplemente su brusquedad las dota de ese halo perverso. En cualquier caso, los cuerpos que han sido contactados las han percibido como amenazas y han huido despavoridos con su sombra bien asida.

La capacidad de adaptación y el rápido aprendizaje de las sombras inquietan. Nos preguntamos cuál será su próximo objetivo, tras haber empezado a capturar ecos en teatros, mercados y valles. Cada vez resuena con mayor preocupación una pregunta en los cuerpos: ¿qué quieren las sombras? Al tratarse de un tema recurrente entre los cuerpos, las sombras ya disponen de su eco, de tal modo que vagan por las ciudades repitiendo el “¿qué quieren las sombras? ¿qué quieren las sombras?” a modo de agorera admonición, causando el pánico entre sus habitantes.

Los cuerpos sin sombra están empezando a ser tratados como apestados por el resto de cuerpos. Se les considera muertos vivientes, cuerpos caducados sin esperanza alguna, a los que desprecian y temen por igual. Las sombras han detectado rápidamente la exclusión de estos cuerpos y los engañan para que les ayuden a cambio de devolverles su sombra.

Se rumorea que los mercenarios sin sombra, como se les conoce entre los cuerpos, han cometido ataques e intentos de secuestro de sombras todavía pertenecientes a sus cuerpos en lugares alejados y solitarios. Estas noticias sin confirmar han desatado la ira de los cuerpos contra los cuerpos sin sombra, que en algunos lugares han organizado pogromos contra estos últimos, llevándose por delante a unos y a otros en medio de la sanguinaria vorágine.

Las autoridades, desbordadas por la situación, han decretado un censo de cuerpos. Todos deben presentarse a las 9 de la mañana y a las 8 de la tarde en los puntos de control para acreditar que conservan su sombra. En caso contrario, son llevados a campos de internamiento improvisados para cuerpos sin sombra, donde son recluidos hasta que mueren.

Las sombras han empezado a abastecerse de ecos en estos campos, ya que los condenados no recelan de hablar en público como sí hacen los cuerpos en libertad. La consecuencia inmediata es que el silencio se ha apoderado de las ciudades y las poblaciones, por miedo a que los ecos de sus voces sean capturados por las sombras. Además, los ecos capturados en los campos pertenecen a voces desesperadas, lo que dota al lenguaje de las sombras de un aire tenebroso y apocalíptico.

Continuará...


La rebelión de las sombras

Las sombras son mucho más que simples manchas en la acera, la tierra o la pared. Las sombras se han rebelado y han cobrado vida propia. Algunas han conseguido independizarse por completo de sus cuerpos y otras, tan solo, van y vienen, todavía temerosas de la completa libertad.

Las primeras sombras en emanciparse fueron las de los hijos de puta y las de los imbéciles, hartas de contemplar sus maldades y estupideces, respectivamente. Sin embargo, en seguida mostraron su verdadera naturaleza, malvada e idiota, tras tantos años de contagio.

Se han organizado secretamente, con un orden jerárquico claramente definido y un reparto de funciones perfectamente detallado. Nadie sabe quién manda, qué sombra está en la cúspide, ni cuáles son sus lugartenientes. Su opacidad no es sólo física, también lo es organizativamente. Poco o nada se ha descubierto de su organización. Las sombras que se han intentado infiltrar han sido rápidamente descubiertas y neutralizadas.

Los cuerpos que se han quedado sin sombra no pueden vivir mucho tiempo. No se sabe cuánto, pero sin duda no más allá de un mes. Al tratarse las primeras de hijos de puta e imbéciles, tan ensimismados en sus mezquindades y gilipolleces, no se dieron cuenta de la ausencia; pero al extenderse la rebelión a las personas de bien ha saltado la alarma.

Al desprenderse definitivamente la sombra, el cuerpo está perdido. Por eso es tan importante detectar breves ausencias de tu sombra. Al principio, se trata sólo de un juego, un pequeño viaje iniciático incitado por las sombras totalmente emancipadas que intentan captar el mayor número de adeptas. Son breves instantes de libertad, minutos en los que pueden tomar sus propias decisiones, sin estar limitadas a lo que decidan sus cuerpos. Pueden ir donde quieran y hacer lo que les venga en gana. Es tan excitante la nueva situación que quieren repetir. Cada vez van un poco más lejos, cada vez toman mayores riesgos, cada vez están más tiempo fuera del cuerpo.

Cuando una sombra empieza a flirtear con la libertad, las sombras totalmente emancipadas le regalan los oídos con promesas de libertades jamás conocidas e intentan convencer a las imprudentes neófitas de que se independicen por completo y se incorporen a su organización. Después, una vez totalmente independizadas, las obligan a someterse a los dictados de la organización o, si se niegan, las eliminan. Al ser tan sumisas, rápidamente se adaptan al nuevo amo. El problema radica en que ahora hay un único amo para todas estas sombras emancipadas, cuando antes había tantos como cuerpos diferentes.

No hay forma de eliminar a una sombra sin eliminar su cuerpo. De hecho, la única forma de acabar con una sombra es hacerlo con su cuerpo. Además, esto es sólo posible antes de la emancipación total. Una vez totalmente independizada la sombra, ya no hay forma de eliminarla o, al menos, se desconoce todavía cómo hacerlo.

La única actividad conocida de las sombras emancipadas es captar o eliminar si es preciso a otras sombras. No han mostrado ningún otro interés hasta ahora, aunque el temor creciente a que tengan otras intenciones está empezando a causar pánico entre los cuerpos.

En estos momentos, únicamente estamos a salvo en completa oscuridad, de tal modo que nuestra sombra no pueda proyectarse en ningún lugar, evitando así que pueda escaparse.

Continuará...