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lasnochesdeMcNulty

Érase una vez otra vez o tal vez

Otro año se apaga
y uno nuevo asoma inevitable.
¿Qué nos traerá? Más de lo mismo.
Los calendarios son como la leyenda de Sísifo:
incesante esfuerzo sin logro alguno.
La mayoría sigue su destino con la piedra a cuestas.
Algunos se apean por cansancio o por rebeldía.
Y sólo unos pocos héroes mandan la piedra al carajo e intentan escalar otras cumbres.
 
En Nochevieja, cuando las pomposas campanadas,
pasaremos lista: algunos faltarán y les regalaremos doce lágrimas,
otros dirán "¡Presente!" y les desearemos doce calamidades,
porque la bondad navideña sólo está presente en su repugnante publicidad,
no en la indignada y abrupta realidad.
Como siempre, haremos el cursi con las uvas.
Pudiendo dar doce besos, once insultos,
diez abrazos, nueve pérfidos deseos,
ocho agradecimientos, siete condenas,
seis "te quieros", cinco "muéretes",
cuatro polvos, tres confesiones,
dos sorpresas y un acaso...
¡Feliz año a ti, a ti y a ti!
Pero a ti, a tú y a "ta" que os jodan.
¿Rencor? ¡En absoluto! Es cuestión de buen gusto. 
Además, nada hay más honesto que el lacerante rencor.
 
Las derrotas del año viejo se convierten en nuevos retos del año nuevo,
que volverán a ser derrotados fácilmente;
las promesas incumplidas del año viejo se disfrazan de renovadas esperanzas del año nuevo,
que volverán a ser incumplidas irremisiblemente;
los gilipollas del año viejo seguirán siendo los mismos gilipollas año tras año,
certeza que nunca cambia.
Afortunadamente, las risas del año viejo se convertirán en sonrisas del año nuevo, 
que traerá nuevas y diferentes risas;
las sonrisas del año viejo se convertirán en agradables recuerdos del año nuevo,
que recordará viejos recuerdos y sembrará otros nuevos.
Y, claro ¡cómo no!, el licor.
El licor regó de buenos momentos el año viejo
y volverá a empaparnos de franca alegría el año nuevo con su graduada lealtad. 
 
La fe en el año nuevo es la fe de los conversos: impostada.
Las ilusiones del año nuevo son los modales de los nuevos ricos: fatuos.
Los días del año nuevo son los mismos que los del año viejo: trescientos sesenta y cinco.
El año nuevo es una nueva toma del año viejo: maqueta 2013 a.D.
A ver qué tal actuamos.   

 

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