Blogia
lasnochesdeMcNulty

La paciencia de la cigarra

La paciencia de la cigarra

La cigarra californiana se pasa ¡17 años! bajo tierra antes de emerger. ¡Alucinante! Desde que su mamá pone los huevos hasta que salen a la luz están 17 años en el subsuelo. Y una vez han salido, apenas viven unas semanas.

Las ninfas chupan la savia de las raíces de las plantas y con eso van tirando los diecisiete años de oscuridad. Imagino que cambiarán de raíces y que descubrirán nuevos sabores según la planta absorbida o la estación del año, pero no parece una dieta muy variada.

Conociendo esta larga espera de la cigarra y su paciente día a día subterráneo, me parece aún más injusta la imagen que La Fontaine dio de la cigarra en su fábula “La hormiga y la cigarra”. Acusa con ligereza al insecto cantor de ser un diletante poco apegado al trabajo y a la planificación. ¿Le parece poco al señor La Fontaine permanecer diecisiete años preparándose para sus escasas semanas de canto y cortejo en el exterior? Yo creo que La Fontaine tenía envidia del bello canto de las cigarras y, sobre todo, de su resultado. Seguro que estuvo galanteando a alguna cortesana francesa durante largo tiempo usando sus escasas dotes musicales sin resultado alguno y, despechado, volcó su rabia en la fábula de “La hormiga y la cigarra”.

¿Que qué dicen las cigarras con sus estruendosos cantos? Pues parece evidente: ¡¡¡¡¡Quiero follaaaaaaaaaar!!!!! Después de diecisiete putos años bajo tierra, haberse despojado de su piel de ninfa y haber estrenado nuevo look, estar posada sobre una rama o una corteza de árbol tan guapamente viendo a un montón de cigarras hembras “cigarrear”, que es como zorrear pero en insectos, y tener por delante unas breves semanas de vida, lo único lógico es querer echar un polvo. 

0 comentarios