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lasnochesdeMcNulty

Breve ensayo sobre la felicidad

Tesis: La felicidad sólo existe verdaderamente en modo diferido. Los momentos comúnmente identificados como de felicidad son simples destellos más o menos prolongados de excitación, pasión, extraversión o simple diversión. Están cargados de la subjetividad del instante, de la agitación con la que se viven, del propio hecho de estar disfrutándolos entre fascinados y admirados. 

La verdadera felicidad se percibe en toda su magnitud una vez transcurridos esos momentos de supuesta felicidad, cuando son recordados y paladeados con objetiva tranquilidad, abstrayéndose de las emociones del momento en que suceden. Únicamente así la sensación de absoluta felicidad nos embarga por completo, haciéndonos disfrutar plenamente tiempo después de que haya sucedido. 

Antítesis: Los niños no difieren la felicidad, la viven al instante, cuando aparece. No son capaces de disfrutarla de modo diferido. Sencillamente, la disfrutan en toda su plenitud en el momento de vivirla. 

Los niños transitan de la felicidad a la tristeza y de la tristeza a la felicidad de forma vertiginosa, casi instantánea. Esta asombrosa capacidad para cambiar su estado de ánimo les posibilita disfrutar de la felicidad en presente.

Síntesis: De mayores nos cuesta vivir la felicidad en tiempo real porque la contraponemos a la tristeza. Ambas son creencias y vivencias objetivadas, sabemos que existe una porque existe la otra, y hemos tenido tiempo de conocerlas a las dos. El mero hecho de saber que ese momento de felicidad puede ser interrumpido en cualquier instante nos impide disfrutarlo plenamente en presente. Únicamente podemos sentir esa felicidad plena cuando la recordamos, transcurrido un tiempo, después de saber que esos momentos de felicidad perfectamente acotados ya nada ni nadie puede estropearlos porque pertenecen al pasado. 

Sin embargo, para los niños felicidad y tristeza no son antitéticos. Son dos sensaciones más, como el sueño o el hambre. No confrontan a una contra la otra. Las viven de forma conjunta y pueden pasar de una a la otra sin solución de continuidad.

Así pues, los que no son niños que más consigan alejar a la tristeza del otro lado de la trinchera de la felicidad y asomarse por encima de ella sin miedo, más cerca estarán de vivir la felicidad en presente. 

3 comentarios

Nanda -

Muuy bueno

Guille -

¿Los demás? ¿Quiénes son los demás? ¿Los que viven la felicidad en tiempo real? Esos no necesitan otro mini ensayo, necesitan ser imitados.
Y si los demás son los que no sienten felicidad, ni en presente ni de forma diferida, entonces están jodidos.

Tu hermana -

Pues la teoría está bien para los que son más felices al recordar un hecho feliz que al vivirlo (más que nada para que puedan invertir el proceso). Pero qué pasa con los demás? Y no me refiero a los niños...Tendrás que escribir otro mini ensayo sobre la felicidad.